Los colores de tu Boda, a veces pueden llegar a sentirse como un ancla, si no los seleccionas bien… Algunos TIPS para seleccionarlos son:

En primer lugar: ten en cuenta tus preferencias personales. Si hay un color que no va contigo, que no te gusta por lo que sea… ¡no lo pongas!… Créeme, parece obvio, pero te aseguro que a veces nos contradecimos a nosotros mismos. Y es muy fácil caer en la dinámica de «…es que como ya lo usé para “X”, pues lo sigo poniendo en el resto…» Y al final, vas arrastrando un cúmulo cosas que no son «exactamente» lo que tu querías, o que no te gusta «del todo» como se ven… 

En segundo lugar: ¿En qué temporada te casas? Te puede dar mucho juego la estación de año en la que celebras el evento. Tomando de referencia (por ejemplo) colores de otoño, puedes crear un ambiente muy hogareño, natural y cálido… Si tienes dudas con la paleta, pon en marcha esta idea de colores!

Y por último: la ubicación, en ella puedes inspirar tu deco y por supuesto decidirte por determinados colores. No es lo mismo casarse en un entorno árido, que en un lugar frondoso, o que tener una boda junto al mar… Presta atención a lo que te rodea y seguro encantarás esa inspiración que te faltaba.

No olvides que la paleta de colores que elijas te ayudará a impulsar visualmente la deco de tu gran día y con ella te asegurarás de que todo luzca coherente y en armonía… Por eso la elección de colores es de las primeras decisiones. Además, te facilitará las decisiones que tomes posteriormente.

No a todas nos gustan los mismos colores… ni tampoco cómo combinan algunos tonos. Por eso ten en cuenta la siguiente regla básica: Elige un tono principal y luego uno o dos colores secundarios, si puede ser, uno de éstos últimos que sea neutro, para que te ayude a combinar colores y a focalizar determinados puntos a la perfección. Para terminar, si quieres, puedes poner un tono divertido (puede ser algo más intenso) o uno metalizado, como el dorado o el plateado (recuerda utilizarlo con moderación combinado con el resto de la deco).